«Aprende a solicitar citas médicas, para el DNI, la ITV y a realizar pequeñas gestiones con tu dispositivo móvil». La frase con la que la asociación Mayor-Net vuelve a publicitar, en este inicio de curso 2021-2022, sus talleres para mayores, no deja lugar a dudas. La iniciativa, que nació hace algo más de diez años como «una forma de ayudarles a combatir la soledad y el aburrimiento», se ha revelado durante esta pandemia como una más que eficaz herramienta para hacer frente a la brecha digital que todavía sufre buena parte de la llamada «Tercera Edad». Y en Mayor-Net están decididos, una vez recuperada la tan ansiada presencialidad, a seguir apostando por ella.
«Estos talleres permitieron, por ejemplo, que unas 2.500 personas mayores del Campo de Gibraltar no se sintieran aislados durante el confinamiento». Nos lo cuenta Ángel Corbalán, el presidente y gran impulsor de este grupo de voluntarios, muchos de ellos también mayores, que desde 2011 vienen dedicando parte de su tiempo a intentar que cada vez sean menos las personas de avanzada edad para las que comprar por Internet, o realizar una transferencia online, se convierta en una odisea.
Las actuales tendencias económicas y sociales, que se reflejan también en el progresivo cierre de oficinas bancarias y tiendas físicas en pueblos y ciudades, no hacen sino dar la razón a este entusiasta grupo de voluntarios, que esta misma semana retomaban los talleres presenciales en el Centro de Participación Activa de San José Artesano, en Algeciras, los martes y los jueves de 10.00 a 12.00, con un total de 30 mayores inscritos para este curso. «Y podrían ser más, pero tenemos que adaptarnos todavía a las recomendaciones de distancias de seguridad, número máximo de personas por aula, desinfección de equipos, etc», aclara Corbalán.
Pese a que la primera mañana de este curso amanecía desapacible, y con amenaza de lluvia, muchos de los alumnos inscritos acudían este martes, 2 de noviembre, a su primera clase ante un ordenador, una tablet o su propio teléfono móvil, dispuestos a aprender. Junto a ellos, sus monitores, decididos a enseñarles a entrar en páginas de utilidad pública, como las de la banca online, Hacienda o la Seguridad Social, pero también a cambiar una clave, a realizar compras online con seguridad, a utilizar Bizum o a estar contacto vía Whatsapp o redes sociales con familiares, amigos y conocidos.
«Cuando nos constituimos como asociación, luchar contra esa brecha digital ya nos parecía necesario, pero es que cada vez lo es más. A muchos mayores, aprender a navegar por Internet nos cambia la vida, obviamente para bien. Y ahora son algunos de nuestros primeros alumnos los que se convierten en monitores, compartiendo lo que han aprendido con otros mayores, algunos de los cuales necesitan, incluso, empezar de cero», añade el presidente de Mayor-Net, sin obviar tampoco, la parte más «humana» de estas clases para mayores. «Todo no es Internet… No olvidemos que hay gente que se apunta a estas cosas, simplemente, porque necesita compañía. Y para eso estamos también».